Lejos de indicarnos el sexo del bebé como decían algunas abuelas con don especial, la barriga de la embarazada si que puede darnos mucha información de en qué estado se encuentra su sistema musculoesquelético.
Cuando el abdomen de la embarazada está muy bajo, tiene aspecto como colgante, nos indica que su faja abdominal está hipotónica. Habrá un transverso abdominal distendido, con poco tono y una fascia toracolumbar muy tensa, intentando detener la caida de ese abdomen. Entre los síntomas que podría presentar la mujer embarazada, probablemente estarían presentes dolor en la zona lumbar, en la parte baja del abdomen, tensión excesiva en la zona dorsal e incluso cervical.
Enseñar a la mujer a activar bien su faja abdominal, y mantener esa activación en sus actividades de la vida diaria, corregir la postura, descargar la zona dorsolumbar, y flexibilizar la fascia ligamentosa abdominal serán claves para el manejo de los síntomas, así como apoyar el tratamiento con vendaje neuromuscular, o incluso el uso de un cinturón pélvico, mejorando mucho su calidad de vida desde el momento de aparición y hasta el final del embarazo.
Por el contrario, un abdomen muy tenso y una barriguita demasiado alta podría estar indicando un exceso de tono en todo el tejido abdominal, presentando un abdomen poco elástico, pudiendo condicionar incluso el posicionamiento fetal. Esto podría generar molestias a nivel diafragmático, dolor y/o tensión abdominal, dolor lumbar y sacro. En este caso el tratamiento iría encaminado a quitar tensión a ese abdomen, flexibilizando todo el tejido hipertónico, devolviéndole la movilidad a la zona lumbopélvica, trabajando incluso la respiración y liberación diafragmática.
Buscar el equilibrio entre una faja abdominoperineal tonificada y elástica será al final el objetivo musculoesquelético por excelencia durante el embarazo, y mantenerse activas es una buena baza para ello.
Recurrir a fisioterapia especializada en obstetricia, para poder detectar posibles desequilibrios en fases tempranas en embarazo mejorará la calidad de vida de la embarazada, minimizando las molestias características generadas por las adaptaciones musculoesqueléticas que hace el cuerpo durante la gestación.
